La arcilla curativa ayuda con el acné y la piel impura, problemas digestivos, dolores en las articulaciones y la celulitis. Hace cientos de años, las personas ya utilizaban los beneficios terapéuticos de la «tierra curativa», y ahora la medicina convencional comienza lentamente a aceptarla. Yo soy Patricia Skorsetz y te voy a informar sobre los beneficios de la arcilla curativa.
La tierra es uno de los remedios más antiguos de la humanidad, y esto tiene buenas razones: es fácil de obtener, tanto en la antigüedad como hoy, y es de uso universal. Los antiguos griegos confiaban en la arcilla de la isla de Lemnos, la cual era muy popular para tratar el malestar estomacal y la diarrea. También se utilizaba para heridas y picaduras de insectos. En la Edad Media, la arcilla curativa se empleaba contra la peste. Hasta hoy en día, se conoce una amplia gama de afecciones que la arcilla curativa ayuda a aliviar, incluyendo problemas digestivos, síndrome de intestino irritable, dolor en las articulaciones, acné y celulitis.
Los minerales y oligoelementos en la arcilla realmente obran maravillas, ya que es rica en calcio, silicio y potasio, pero también contiene hierro, magnesio, sodio y oligoelementos como níquel, selenio, cobre y manganeso.
Principalmente en forma de compresas, vendajes, mascarillas o baños de barro, nuestra piel absorbe los beneficios de la arcilla curativa. El hecho de que casi todos puedan tolerar la arcilla curativa se debe, entre otras cosas, a que esta se comercializa sin fragancias, colorantes ni conservantes. Para que la arcilla se venda como arcilla curativa y, por tanto, como medicamento para uso interno, se seca a una temperatura de unos 130 grados Celsius para eliminar posibles gérmenes, sin añadir conservantes químicos, logrando así una conservación natural.
Composición y Color de la Arcilla Curativa
La arcilla clásica, de color marrón-beige
Se obtiene de loess, un tipo de suelo que también se encuentra en Alemania. El loess es más fino que la arena y más grueso que la arcilla. Fue transportado por el viento y depositado en los bordes de las montañas bajas al final de la última glaciación hace unos 10,000 años, y se formó a partir de la erosión de las rocas. Seco y molido, se comercializa.
La arcilla verde
O arcilla francesa, es ideal para tratar la piel grasa y mixta gracias a sus propiedades limpiadoras y regeneradoras. Absorbe y regula el exceso de grasa, elimina toxinas e impurezas y revitaliza la piel con minerales y oligoelementos.
La arcilla roja
Es rica en hierro y se recomienda para personas con piel impura, propensa a espinillas y acné, y para cabello que se engrasa fácilmente. La arcilla blanca, que solo se debe utilizar de forma externa, es adecuada para mascarillas faciales y compresas que desintoxican el cuerpo y ayudan a eliminar toxinas a través de la piel. Además, la arcilla blanca es rica en sílice y tiene un pH neutro, por lo que es ideal para piel seca y sensible. La arcilla rosa, que resulta de mezclar arcilla blanca y roja, también suaviza la piel y es rica en oligoelementos. Se recomienda especialmente para pieles sensibles, propensas a enrojecimientos y secas.
¿CÓMO FUNCIONA LA ARCILLA CURATIVA?
El secreto de la arcilla curativa radica en su alta capacidad de absorción. Está compuesta por muchas partículas finas que crean una gran superficie. A su vez, hay microcanales en la arcilla que aumentan aún más la superficie interna. Un gramo de arcilla seca puede tener hasta doce metros cuadrados de superficie. Cuando se mezcla con agua, su superficie se multiplica hasta 600 metros cuadrados. Y aquí es donde reside su poder curativo: cuanto más fina es la arcilla, mayor es la superficie y, por tanto, más sustancias y toxinas puede absorber.
Dos principios físicos respaldan su efecto positivo: en primer lugar, la arcilla curativa está compuesta principalmente de partículas cargadas negativamente, como el silicio. Esto le permite atraer como un imán sustancias cargadas positivamente, especialmente ácidos, metales pesados y partículas radiactivas. Durante la digestión, estas toxinas se eliminan del cuerpo.
El segundo efecto recuerda al papel secante. Los pequeños canales en la arcilla actúan como capilares, es decir, como pequeños tubos. Al sumergirlos en agua, absorben rápidamente tanto el agua como las sustancias extrañas. Por eso, la arcilla es eficaz contra la diarrea. Estos dos principios hacen que la arcilla curativa sea bien tolerada, además de que no interfiere con el metabolismo, por lo que no causa efectos secundarios.
Una compresa o envoltura de arcilla puede actuar como desintoxicante, limpiador, analgésico o antiinflamatorio, dependiendo de cómo se use. Ayuda con el acné, molestias musculares y articulares, así como con inflamaciones. La capacidad limpiadora de la arcilla disuelve suavemente puntos negros y células muertas de la piel. Incluso para problemas en el cuero cabelludo, como caspa o picazón, la arcilla puede ser útil.
La arcilla curativa tiene efectos diferentes según si se aplica caliente o fría. Las envolturas calientes con arcilla alivian inflamaciones nerviosas, tensiones y dolores de espalda. Para lesiones deportivas y de la piel, como quemaduras solares, hinchazones o incluso fiebre, se deben aplicar compresas frías con arcilla. Al evaporarse, la compresa se enfría y refuerza el efecto analgésico y calmante de la tierra.
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